A las buenas!!
Estamos de acuerdo en que deberíamos acotar de cierta forma nuestras disquisiciones ya que versan sobre temas "cienes" de veces tratados y siempre inconclusos. Cierto que nosotros sabemos por donde nos movemos pero si a alguien se le ocurre acercarse a este blog acabará con un trombosis, como mínimo. Por lo tanto no voy a comentar nada ni de Conan, ni de Portman ni de la burocracia aunque me guardo algún argumento en la manga que, cuando menos merecería un comentario tuyo. Pero eso será otro día. Hoy me propongo hablarte acerca del último artículo parido por tí en tu blog, al que titulaste "Natalidad". Entiendo que lo haces poniendo en acción tu vis cómica y buscando la exageración aunque a veces se oculte detrás de tu vehemencia.Como comentabas al final del artículo puede parecer que estas medidas son fascistas pero es que...¡lo son! Se acercan peligrosamente a los experimentos realizados por un tal Doctor Mengele en el campo de concentración de Auswitzch-Birkenau cuando, intentando poner en práctica las delirantes teorías eugenésicas del Tercer Reich efectuó experimentos en mujeres judías para provocarles la estirilidad. Ni que decir tiene que la mayoría de éstas acabaron muriendo, bien como consecuencia de los propios experimentos bien en la cámara de gas o incluso sirviendo como combustible para la caldera de la lavandería. En fin que a donde yo quiero llegar es a que, sin duda dichas medidas pertenecen a un régimen totalitarista parecido a alguno de infausto recuerdo. Incluso te propongo un símil literario. Es como si comparamos la sociedad de 1984 de George Orwell con la sociedad de La Fundación, de Isaac Asimov. Pues eso. Por otro lado y pasando a un punto de vista más filosófico (si es que soy capaz de hacerlo) el derecho a la vida que defendemos, tanto tú como yo, lleva implícito el derecho a engendrar vida. Estamos de acuerdo en que muchos "infraseres" que pueblan la fauna catódica deberían ahorrárselo por deferencia para con los demás, pero no sólo estos. Estoy seguro que ahora mismo y sin pensar demasiado podrías decirme cinco personas a los que eliminarías de una lista de donantes de semen (o de óvulos). Sin embargo creo que, como decía antes, el derecho a estar vivo lleva inherente el derecho a dar vida. Puede que, hace miles de años, cuando vivíamos en cavernas y las sociedades eran matriarcales fueran las matriarcas de cada clan las que escogieran quien iba a perpetuar la especie pero a medida que vamos avanzando como sociedad buscamos igualarnos unos a otros en todos los ámbitos (aunque esta igualdad sea, en la mayoría de los casos, ficticia). Estoy de acuerdo en que la humanidad podría haber pasado tranquilamente sin un descendiente de Belén Esteban y Jesulín de Ubrique, por ejemplo, pero es lo que hay. Leí hace un tiempo una anécdota que les pasó a Marylin Monroe y a Einstein na vez que coincidieron en un evento. La buena de la Norma Jean le dijo al físico:"Se imagina que nosotros tenemos un hijo y sale con mi belleza y con su inteligencia" a lo que el genio, mordaz como pocos, contestó: "Lo que me preocupa es que sea al revés". Pues eso, lo que vengo a decir es que los genes son caprichosos y el hijo de Yola Berrocal puede que no gane un Nobel pero tendrá su lugar en el mundo Ya lo dijo el sabio: "No es nuestro destino, es nuestro sino" Por otro lado debo decir que artículos como el tuyo son un buen antídoto para la "telelitis" que nos acosa en la que los modelos para muchos adolescentes son los concursantes de Gran Hermano o de Operación Triunfo (ahí tienes a Rosa de España que es de los personajes más populares del país sin saber hablar bien) y tranquiliza nuestras conciencias haciendo que, sin afán de ser excluyente en ningún sentido, nos veamos superiores a ciertos personajes. Contribuyes en gran medida al escarnio y a la mofa de gente que, sin lugar a ningún tipo de duda, se lo merece. Espero no haberme puesto demasiado trascendente y cuento, desde luego, con una réplica. Sólo intento dejar claro mi punto de vista y quitarte la razón sin otorgármela yo. Además, que coño, no veas lo fácil que resulta hacer filosofía barata. Voy a permitirme hacer otra recomendación literaria (te advierto que voy a cogerlo por costumbre). Se trata del libro El falsificador de Hitler de Lawrence Malkin. No se trata de una novela, es más bien un ensayo acerca del intento de la Alemania Nazi de falsificar libras esterlinas para invadir el mundo con ellas con el fin de inflacionar los mercados y llevar a la bancarrota al imperio económico inglés. Puede resultar algo aparatoso puesto que hay una sobredosis de datos, nombres y fechas pero a cualquiera que le gusten las historias de la Segunda Guerra Mundial (a mi me fascinan) no se sentirá defraudado. Bueno payo, hasta aquí. Nos vemos en los bares.Cuidate y un abrazo.
El Manito
