sábado, 7 de julio de 2007

DE TELES Y MONOS

A las muy buenas: Ya estoy aquí otra vez.
Como puedes comprobar ahora que he empezado estoy desatado. Por fin tengo alguien a quien dirigir las reflexiones que pasan por mi cabeza a diario y que o no me atrevo o no me apetece compartir con nadie más.
Estaba ayer picando algo a la noche y puse la tele, cómo no, y en la Sexta estaban poniendo la, para mí, estupenda serie "Me llamo Earl". No sé si la habrás visto alguna vez. Se trata de un delicuente habitual de la América profunda que, por avatares del destino, sufre un accidente justo en el momento en que le tocan 100.000 $ en la lotería. Estando convaleciente, a través de un programa de TV se entera de que existe una cosa que se llama karma por medio de la cuál recibes lo que das, es decir, si eres mala persona sólo te pasarán cosas malas y viceversa y llega a la conclusión de que tiene que enmedar todos los errores que ha cometido a lo largo de su vida para lo cuál confecciona una lista de todo lo malo que ha hecho e intenta ponerle remedio (como sinopsis no está nada mal no?). La serie está protagonizada por Jason Lee, estupendo actor que tuvo una gloriosa interpretación en la fabulosa "Persiguiendo a Amy" del no menos fabuloso Kevin Smith junto con Ben Affleck (cuando éste parecía que iba a ser buen actor, antes de hacer Daredevil y demás polladas). En fin que la serie me parece un buen reflejo de la América profunda y cerril llena de descerebrados y perdedores que se combina estupendamente con el tono hilarante que el director pretende dar a las correrías de estos desgraciados. Nada tiene que ver con las series españolas llenas de gritos, tramas redundantes y un humor que hubiera firmado "mayormente" el mismo Paco Martínez Soria (conste que no intento desprestigiar a éste pues era sólo un reflejo de la España de boina y pandereta en la que nos convirtió el Tío Paco). Echo de menos un poco de chauvinismo en todos los ámbitos pues en este país tenemos la costumbre o la manía de desconsiderar lo nuestro y ponderar lo ajeno pero hay que reconocer que en esto nos pegan un baño, por lo menos los sobrinos Tío Sam.
A donde yo quería llegar (me pierdo en mis tribulaciones) es que, en el capítulo de ayer, por lo que hablábamos del Karma, el hermano de Earl, Randy, vuelve al instituto para jugar al futbol y cuando éste va a buscarlo a la salida le comenta que, en clase de ciencias había aprendido que antes de ser hombres éramos monos, a lo que Earl replica: "¿Y antes de ser monos?. Después de dudarlo unos instantes Randy dice: "pues no lo sé, de hecho yo ni siquiera me acuerdo de haber sido mono". Mi reflexión viene a ser que: si todos nos acordaramos de cuando éramos monos otro gallo cantaría.
Imagínatelo por un momento, no envenaríamos el planeta con nuestra mierda, no nos mataríamos por un trapo colgado en un mástil o un quítame allá estos dioses y lo más importante, sólo nos preocuparía buscar nuestro bienestar y el de los nuestros (lo que incluiría a toda nuestra raza).
Con esto no quiero decir que debamos volver a la selva, ahora mismo sería imposible y sólo un cataclismo de proporciones bíblicas lo lograría, quiero decir que si despertáramos otra vez nuestra conciencia haríamos que todo fuese un poquito mejor. No nos perderíamos en trivalidades y comulgariamos más y mejor con los y con lo que nos rodea. Viene a ser un intento de simplificar lo que nos hace seres complejos pero sin perder la complejidad del ser. En fin... no lo sé, a lo mejor todo esto es sólo una paja mental, sólo quería comprobar si sonaba igual de bien en un trozo de papel (o en un monitor) que en mi cabeza pero de todas todas sigo viéndole el sentido.
No te hago perder más el tiempo con mis paranoias sólo te agradezco que las escuches y si te parece una soberana tontería más arriba tienes un cuadrito que pone "borrar", ¿no sigo no? Cuidate Lobezno, un abrazo.
El Manito

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