Hola Manito
Me congratula ver que no soy el único ser inteligente que tiene problemas con las nuevas tecnologías, pensé que era un defecto de fabricación, pero veo que no, porque tus raíces y las mías aunque tienen un origen común se pierden en el recuerdo... Gracias por la felicitación, aunque no era necesaria, de hecho ya sabes porque me conoces (efectivamente el conocimiento es recíproco) que si me he decidido a publicar estas "reflexiones" es en su mayor parte porque me ha salido de los cojones, y cuando algo tiene una razón tan poderosa, el recibimiento que se le de a la acción por parte de terceros (aunque sean terceros en grado de estimación evidente) es baladí.
Me alegro sobremanera que te decidas a ser el crítico más despiadado (por otra parte serás el único crítico público, al menos el único epistolarmente público) ya que sin duda te considero un igual (o casi) y nunca leería ni escucharía críticas de alguien que en mi escala ocupase un rango inferior a ese. De todos modos, esto es una calle de doble sentido y si te has decidido a ser el azote de mis artículos será porque en cierta parte sientes la necesidad de serlo, y la necesidad de expresarte, por lo cual te felicito y me felicito a mí mismo por conseguir que al menos tú, abandones tu conocida dejadez y vagancia para verterte a través de este medio. Con respecto a la crítica que me haces no voy a defenderme, no suelo hacerlo cuando no veo razones para ello, si acaso puntualizar que la mala baba no la pierdo, y que realmente mis artículos no pecan de excesiva reflexión, en realidad escribo tal cual me sale de los pensamientos (o de los testículos que viene a ser lo mismo) la diferencia con las opiniones a las que estás acostumbrado (los consabidos monologos-diálogos tabernarios) es que este es un medio escrito, y como tal está un grado por encima del medio oral, con lo que estimo que merece de unas expresiones y un vocabulario más elaborado que el habitual -no resulta igual captar la atención del oyente que del lector- pero te aseguro que en el fondo el mensaje es el mismo, de todas formas espero encontrar el punto medio que me permita volcar mi radicalidad en los textos (de manera que se capte la dureza tal y como se capta cuando acodado en la barra de un bar vomito mis más superficiales reacciones) sin dejar de tener un mínimo de calidad.
Respecto a la relación epistolar dala por iniciada (No creo que haya ayuntamiento carnal por dos motivos. Uno ya hemos compartido ducha y jamás hubo intercambio de fluidos pese a nuestra evidente belleza plástica. Y dos, llegados a estas alturas y como decía aquel grupo en los lejanos 80 y 90 "[...] pero a pesar de todo sigo siendo heterosexual" frase lapidaria que creo que nos concierne a ambos por igual) Eso sí, voy a pedirte permiso para que esta relación epistolar pueda ser del dominio público, por lo que si accedes, crearé un blog al que se acceda desde "Kuaderno de bitácora" dónde plasmaré esta correspondencia que mantendremos, porque si el mundo está necesitado de mis conocimientos, no es menos cierto que yo necesito de un apuntador-colaborador de altas prestaciones, ya que mi procesador no es capaz a veces de acercarme a todo lo que mi disco duro contiene. Y para dar muestra de lo necesaria que considero tu labor, no he tardado en incluir tanto a mi admirado Ridley Scott como al ínclito Philip K. Dick en sus respectivas relaciones, ya que realmente son más que dignos de aparecer en ellas.
Esperando que mi propuesta llegue a buen puerto y que ello no te cause pérdida de tiempo en tu relación con tu pareja (presumo de su amistad y no quisiera perderla, no voy sobrado de amigos) se despide afectuosamente y sin ningún tipo de pretensión carnal:
El lobezno
Me congratula ver que no soy el único ser inteligente que tiene problemas con las nuevas tecnologías, pensé que era un defecto de fabricación, pero veo que no, porque tus raíces y las mías aunque tienen un origen común se pierden en el recuerdo... Gracias por la felicitación, aunque no era necesaria, de hecho ya sabes porque me conoces (efectivamente el conocimiento es recíproco) que si me he decidido a publicar estas "reflexiones" es en su mayor parte porque me ha salido de los cojones, y cuando algo tiene una razón tan poderosa, el recibimiento que se le de a la acción por parte de terceros (aunque sean terceros en grado de estimación evidente) es baladí.
Me alegro sobremanera que te decidas a ser el crítico más despiadado (por otra parte serás el único crítico público, al menos el único epistolarmente público) ya que sin duda te considero un igual (o casi) y nunca leería ni escucharía críticas de alguien que en mi escala ocupase un rango inferior a ese. De todos modos, esto es una calle de doble sentido y si te has decidido a ser el azote de mis artículos será porque en cierta parte sientes la necesidad de serlo, y la necesidad de expresarte, por lo cual te felicito y me felicito a mí mismo por conseguir que al menos tú, abandones tu conocida dejadez y vagancia para verterte a través de este medio. Con respecto a la crítica que me haces no voy a defenderme, no suelo hacerlo cuando no veo razones para ello, si acaso puntualizar que la mala baba no la pierdo, y que realmente mis artículos no pecan de excesiva reflexión, en realidad escribo tal cual me sale de los pensamientos (o de los testículos que viene a ser lo mismo) la diferencia con las opiniones a las que estás acostumbrado (los consabidos monologos-diálogos tabernarios) es que este es un medio escrito, y como tal está un grado por encima del medio oral, con lo que estimo que merece de unas expresiones y un vocabulario más elaborado que el habitual -no resulta igual captar la atención del oyente que del lector- pero te aseguro que en el fondo el mensaje es el mismo, de todas formas espero encontrar el punto medio que me permita volcar mi radicalidad en los textos (de manera que se capte la dureza tal y como se capta cuando acodado en la barra de un bar vomito mis más superficiales reacciones) sin dejar de tener un mínimo de calidad.
Respecto a la relación epistolar dala por iniciada (No creo que haya ayuntamiento carnal por dos motivos. Uno ya hemos compartido ducha y jamás hubo intercambio de fluidos pese a nuestra evidente belleza plástica. Y dos, llegados a estas alturas y como decía aquel grupo en los lejanos 80 y 90 "[...] pero a pesar de todo sigo siendo heterosexual" frase lapidaria que creo que nos concierne a ambos por igual) Eso sí, voy a pedirte permiso para que esta relación epistolar pueda ser del dominio público, por lo que si accedes, crearé un blog al que se acceda desde "Kuaderno de bitácora" dónde plasmaré esta correspondencia que mantendremos, porque si el mundo está necesitado de mis conocimientos, no es menos cierto que yo necesito de un apuntador-colaborador de altas prestaciones, ya que mi procesador no es capaz a veces de acercarme a todo lo que mi disco duro contiene. Y para dar muestra de lo necesaria que considero tu labor, no he tardado en incluir tanto a mi admirado Ridley Scott como al ínclito Philip K. Dick en sus respectivas relaciones, ya que realmente son más que dignos de aparecer en ellas.
Esperando que mi propuesta llegue a buen puerto y que ello no te cause pérdida de tiempo en tu relación con tu pareja (presumo de su amistad y no quisiera perderla, no voy sobrado de amigos) se despide afectuosamente y sin ningún tipo de pretensión carnal:
El lobezno
No hay comentarios:
Publicar un comentario