Buenas!
Ya estamos aquí de nuevo, al pie del cañón, contando los días que quedan para que pasen los 11 meses siguientes y vuelva a tener vacaciones. Lo de que el trabajo dignifica es una chorrada que se inventó algún rico por que le hacía falta el trabajo de otros para seguir amasando fortuna. Lo mío, definitivamente es ser millonario pero mientras esto llega no me quedan más huevos que hincar. En fin, basta de autocompasión, si total este estado dura una semana (comprobado empíricamente en anteriores experimentos) hasta que vuelves a estar metido en la rutina y ya no hay marcha atrás. Me consta que te estabas impacientando por la suspensión de la correspondencia y que si no me has dicho nada era por educación o respeto (o las dos a la vez) pero confío en que sabrás disculparme y entender que, como buen español, saco tiempo para mantener nuestra relación epistolar del horario laboral, si fuera sueco o alemán lo haría en mis ratos libres pero... es lo que hay. Por otro lado sólo pensar en acercarme a un ordenador me producía sarpullido. Me he dedicado a tumbarme al solete, a leer, a fumar, a beber y a haraganear de formas diversas, cosas que recomiendo hacer a todo aquel en época de estío. Pues bien, como no me he acercado a un ordenador durante más de un mes tampoco he consultado el nunca suficientemente bien ponderado blog "Cuaderno de bitácora" por lo que estoy un poco fuera de onda pero voy a reiniciarme desde este momento y punto pelota. Sí he visto, por ejemplo, el artículo que le has dedicado al fútbol. Más bien a las circunstancias del fútbol, que si hacienda, que si deudas, etc. Cómo si en el resto de países no hubiera los mismos mamoneos que en este, en el caso de Italia, seguro que peor. Estaremos de acuerdo en que va un poco con el carácter latino lo de trapichear y que la idiosincrasia sajona es menos propensa al chamullo pero en todos lo sitios cuecen habas. Además ¿cuántas discusiones hemos mantenido cuyo principio y fin era la dichosa pelotita? Cienes. Sin ir más lejos hace unos días hasta las 5 de la madrugada (con otro que le gusta más el fútbol que a un tonto na tiza de colores ¿o no Beni?). Lo que sí debo poner en tu haber es el hecho de no meterte con los jugadores, ya sabes el tan manido argumento de los 22 millonarios en calzoncillos que, etc, etc. Al fin al cabo sus sueldos son una consecuencia de lo que hacen ingresar (hay alguno que no lo vale, pero en fin). Sin embargo, convendrás (o no) que el trapicherismo no es inherente al fútbol, aunque lo parezca, es inherente a la pasta. Al olor de los talegos aparecen más buitres que en medio de la sabana al olor de un ñu a medio descomponer (aunque en la mayoría de los casos el tufo sea similar). Ah, otra cosita, estoy de acuerdo contigo en que el mejor fútbol se ve en la Premier. Confieso que mi deseo frustrado de chavalín era jugar en el Liverpool, sin duda la cuna del fútbol. You´ll never walk alone, ¿o no?
Antes de cerrar el chiringuito por hoy (tengo que hacer la impugnación de un recurso antes de irme) voy a hacer un par de recomendaciones. La primera referente a un lugar para veranear. El Cabo de Gata, auténtico paraíso en la tierra si lo que buscas son playas virgenes (no hay ni chiringuitos), agua cristalina y mucha paz. Lo digo por que no sé lo que tardarán los buitres constructores (muy relacionados por cierto con los futboleros de ahí arriba) en joderlo todo. La segunda es una recomendación literaria: "Farenheit 451" estupenda novela de ciencia-ficción de Ray Bradbury situada en un futuro no demasiado lejano en el que la clase dominante impone la destrucción de la sabiduría mediante la quema de libros en pos de la felicidad de la persona. No digo que la ignorancia no nos haga más felices pero la sabiduría nos da libertad ¿qué prefieres tú? A lo que iba la novela es buena pero no es redonda, le falta un final más completo. Es como sí después de hilar una trama de forma más que correscta se buscara un final con un poco de precipitación. Con esto no intento echar para atrás a nadie, mi recomendación no ha perdido ni un ápice de fuerza siendo que, además, este defecto lo tienen otras novelas de Wells o de Dick (la Guerra de los Mundos sin ir más lejos es cojonuda toda ella y el final, aunque apabullantemente lógico, te deja frio). Sin embargo este defecto no lo tienen las obras de Orwell. Será por que todos ellos eran escritores vocacionales de literatura sci-fi y por que estamos aburridos de ver pelis y leer libros de ciencia-ficción y hemos perdido, en gran medida, la capacidad de sorpresa (es una lástima). Lo dicho, el libro es cojonudo y además se lee en dos horitas así que no hay excusa. Bueno payo, te dejo, espero tu contestación. Cuidate. Un abrazo.
El Manito
