Hola lobo!
Aquí estamos otra vez. Después de largo tiempo y por circunstancias ajenas al abajo firmante esta relación se ha visto suspendida. Debo decir en mi descargo que la necesidad de disposición de tiempo de ocio estival me obliga a soportar una amplia carga de trabajo durante el período inmediatamente anterior o lo que es lo mismo, para poder coger unas vacaciones como está mandado he de currarmelo antes para que quede todo listo y la cuenta de trabajo pendiente quede a cero. Es un engañabobos pero es lo que hay. Te pido disculpas por ello con la confianza del que sabe que serán aceptadas.
Al grano. Estando yo leyendo el nunca suficientemente ponderado blog Cuaderno de bitácora observo la referencia que en él se hace del documental Zeitgeist. Como ya te comentaba en un, vamos a llamarlo así, correo interno, después de haberlo visto un par de veces para su completa asimilación, la única sensación que puedo extraer es: desazón. Se trata de una especie de Síndrome de Stendhal a la inversa. Si el genial escritor se quedaba arrobado al contemplar la belleza de Florencia, llegando incluso a sentir vértigos y mareos, la visualización de este documental produce un horror, una sensación de infelicidad y de pérdida de control sobre la propia vida y lo que es peor, sobre los propios sentimientos que pone los pelos como escarpias.
Estaremos de acuerdo en que un documento de este tipo puede caer en la demagogia fácilmente, como bien sabe Michael Moore, pero aplicando el principio filosófico de Ockham en el que la explicación más sencilla suele ser la más plausible, a uno no puede escapársele como las piezas encajan con una simplicidad pasmosa. De las tres partes del documental, la primera, dedicada a las religiones, para mí no era casi nada nuevo; de la segunda parte, dedicada al 11-S, uno ya se lo olía, pero le faltaban elementos de juicio y pruebas como las que aquí se aportan, sin embargo la tercera parte, dedicada al sistema bancario y financiero mundial, aunque se podía sospechar algo al respecto, comprobar que sólo hay un elemento que mueve el mundo hace que uno se quede de piedra. Saber que estamos gobernados no por estados sino por compañías y corporaciones hace se le revuelva el estómago hasta a Jack el Destripador y lo peor de todo es comprobar que no lo hacen por dinero, que sería repulsivo pero comprensible, sino que lo hacen por PODER, simple y llanamente. Vomitivo.
Como decía, no se puede creer todo a pies juntillas, como reza el dicho "De lo que oigas, nada y de lo que veas, la mitad" pero sólo con la mitad de lo visto es suficiente para perder la fé en la raza humana. La única conclusión positiva que se puede extraer de todo esto es que, cuanto más te eduques, cuanto más te informes y menos dejes que te informen, más libre serás y más te darás cuenta de que la VERDAD, no es siempre la verdad, de que la VERDAD no tiene matices, solo tiene una cara, mientras que la verdad tiene tantas aristas como contradicciones. Iba a recomendar una película pero voy a redundar en lo dicho por tí y por mí en el párrafo anterior y recomendar encarecidamente a todo el mundo que vea el documental Zeitgeist, puede que seas un poco menos feliz, pero serás un poco más libre, por lo menos mentalmente, que ya es bastante.
Por otro lado un libro; no se trata de una novela sino de un ensayo acerca de los famosos kamikazes, pilotos suicidas de la aviación japonesa. Se titula así "Kamikaze" y está escrito por Albert Axell e Hideaki Kase. Estupendo documento que huye de la versión simplista y oficial de la maquinaria de propaganda americana y salva el honor de tantos hombres que dieron su vida para defender sus ideas que, aunque estas estuvieran equivocadas, para ellos eran tan importantes que escogieron morir (algunos fueron escogidos para morir, por supuesto) para defenderlas.
Nada más, a la espera de la réplica recibe un abrazo desde la otra punta del país. Cuídate hermano.
El Manito
